Uno de los cambios más significativos que ocurren en el cuerpo, conforme pasan los años, es la disminución del proceso de renovación celular de la piel; el órgano más voluminoso que tenemos y la primera barrera que tiene nuestro organismo para enfrentarse a factores, tanto internos como externos, que provocan el envejecimiento. A partir de los treinta años de edad, algunas de las transformaciones que sufre nuestra piel son la aparición de manchas, causadas por el daño solar, arrugas, líneas de expresión y sequedad. Cuando envejecemos, las capas superficiales en la piel comienzan a adelgazar, debido a una disminución en la producción de colágeno; una de las proteínas responsables de la estructura celular de la misma que le dan su elasticidad.
¡La belleza de la piel viene de adentro hacia afuera! La prevención y una buena nutrición son las mejores y más efectivas rutinas para combatir el envejecimiento de la piel. Si queremos retardar los efectos previamente nombrados, debemos considerar algunos cambios en nuestro estilo de vida, rutina de belleza y cuidado diario de la piel; como tomar más agua para mantener tu cuerpo y rostro hidratado.
El cuidado oportuno de la piel es la mejor estrategia para prevenir el envejecimiento prematuro. La piel responde tanto a factores internos como externos. Los primeros corresponden a cuestiones como nuestra dieta, el estrés y la falta de sueño.
Por otra parte, la mejor estrategia que podemos utilizar para controlar las causas exteriores es reforzar la rutina de protección contra los rayos UV del sol. Usa un protector solar de, al menos, 50 FPS y no te expongas al sol directamente. Utiliza productos humectantes y antioxidantes para el rostro y el cuerpo, elaborados con ingredientes naturales como té verde, vitaminas A, C y D y retinoides. Estos sencillos pasos pueden mejorar tu piel visiblemente.
Rutinas para conservar tu piel suave, radiante y humectada
• Relaja tu piel con un masaje nocturno. En tu rutina de aseo, practica un poco de relajación con respiración profunda y masajes gentiles en el rostro, cuello, brazos y piernas. Una buena rutina de limpieza en la noche, le dará el descanso necesario a la piel y la ayudará a renovarse y desintoxicarse de los factores externos que la afectan todos los días.
• Aprovecha tus horas de sueño. Uno de los mejores aliados para el cuidado de tu piel es dormir, ya que permite que tus células se regeneren y tu piel aproveche para recuperarse de los agentes externos. Deja ir la tensión del día con un momento de tranquilidad y relajación, ¡tu piel te lo agradecerá inmensamente!
• Disfruta los beneficios de una experiencia natural en el baño. Recomendamos ducharte con agua tibia, no caliente, e incorporar jabones que ayudan a mantener tu piel radiante, como Palmolive® Luminous Oils Higo y Orquídea.
• Exfolia tu piel, tanto el rostro como el cuerpo, para mejorar su apariencia, mantener la hidratación y elasticidad. Hazlo con movimientos circulares, de manera ascendente, una vez a la semana o, bien, cada quince días. Utiliza exfoliantes con ingredientes naturales y que sean nutritivos para la piel; como la miel, el azúcar o la avena.
• Come alimentos ricos en vitamina A. Sustituye el café por el té verde e integra salmón, aguacate, aceite de oliva y vegetales como zanahorias, calabaza, brócoli y hortalizas de hoja verde. Estos alimentos tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, por lo que aumentarán la elasticidad de tu piel y la protegerán de los daños del sol.
Referencias:
Everything You Need to Know About Premature Aging, Kathryn Watson, 2019.
Discovering the link between nutrition and skin aging, Dermato-Endocrinology, 2012.
11 Ways to Reduce Premature Skin Aging, American Academy of Dermatology Association, 2021.
8 Proven Ways to Prevent Wrinkles, Grace Gallagher, 2019.
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